jueves, 19 de junio de 2008

Disfraz de acero


Un cuerpo que reta a otro en un campo de batalla con descansadas armas que ahora tiran a matar.


Y tu, con tu boca roja que yo toqué, te atreves a usar tus palabras como espadas, espinas de la rosa, filos prohibidos para el cuerpo "inerte".


Escondido mi ser, gritará por dentro, y escondiéndose, dejara volar este sentimiento libre con el viento, y volverá a olvidar, como siempre asustado lo hizo.


Un secreto que ya no existe ni en mi boca insatisfecha.


Y en este cuerpo con su careta de invencible, tus triunfos y lamentos se escucharan como el canto del pájaro. En esta piel protectora de mi ser, que se disfraza de pared, rebotará un aullido, como eco en pozo vacío.


Y la intensidad de tus ojos, sera indiferencia. Que mi cuerpo acurrucado en una esquina, se muestra parado, se muestra firme, confiesa el dolor y después se retracta, para poder volar.


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